Dice la profe Johana que "la vida es como un tango y quien la baila es un loco"...
Bueno, no dice eso exactamente; pero es lo que hemos concluido después de haber tenido una grata y profunda conversación con ella, en la que nos hemos enterado de cosas que le han ocurrido en su tan corta existencia, porque con tan solo 30 años, Johana nos puede dar lecciones de cómo se vive con pasión ...
EN NUESTRA COLUMNA LÍDERES NSC, CONVERSAMOS CON LA
PROFESORA JOHANA PÉREZ Y ESTO FUE LO QUE NOS CONTÓ
Desde muy joven se independizó y abrió tienda aparte; pero antes, apenas recién graduada de bachiller a los 18 años, trabajaba con su padre en el negocio de éste. Aquella tipografía fue su primer encuentro con la lucha diaria; ese trabajo la enseñó a vincularse con la gente y a obtener sus propios recursos, lo que le permitió obtener casa y carro en muy poco tiempo.
Sintiéndose segura de sus capacidades, decidió montar su propio negocio editorial; hizo una tremenda inversión de muchos ceros y de repente... cuando ya tenía casi casi el negocio instalado, la debacle económica del país le hizo perder su inversión; quedó debiéndole al banco un pocotón de dinero que apenas hace unos 2 años terminó de cancelar con muchísimo esfuerzo.
Buscando definir su camino, decidió estudiar educación y, según ella, se encontró en algo que le encanta, que le permite hacer una labor invaluable y que va más allá de enseñar ciencias naturales. Aceptó unas horas docentes en una institución oficial y después de un año de dedicación, a pesar de que nunca le pagaron sus honorarios, cuenta con mucha satisfacción cómo se involucró con esos muchachos que tienen tantas carencias de afecto, quienes muchas veces no tienen con quien conversar.
Se emociona cuando recuerda una anécdota en la que salvó de un peor destino a una joven que había tenido una pérdida (aborto) y también cuando se le vienen a la mente algunos estudiantes que habiendo estado entregados a las drogas, recibieron de ella consejos y orientaciones, que les permitieron encaminarse y ser alguien en la vida.
Nuevamente, la profe Johana recibe la noticia de que va a formar parte de la nómina oficial, esta vez ya como titular en un liceo conocido en la zona, en mejores condiciones. No va ahora tan ciega, sabe que necesita "cobrar sus horas", pero también sabe que Dios la ha llevado de nuevo a ese destino, porque tiene una labor que cumplir, una especie de apostolado que ella ha asumido con toda su energía, desde el fondo de su corazón.
Para el nuestra, es una gran dicha tenerla dentro del equipo docente; pedimos que le quede tiempo suficiente para que pueda compartir su tiempo entre el nuevo cargo y nosotros. Así sea!!!
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